Edades de los Árboles
Cuenta la Leyenda que Durin, al despertar en la morada del Monte Gundabad, decidió recorrer los caminos y fue hacia el sur, solo. Al llegar a Azanulbizar quedó azorado de tanta belleza, contempló las cuevas naturales que se hallaban en el flanco oriental de las imponentes Montañas Nubladas; y luego se dirigió al Lago Espejo en donde se “(…)inclinó (…), y vio aparecer una corona de estrellas, como gemas sobre un hilo de plata, por encima de la sombra de su cabeza...” (ESDLA Apéndice A) y supo que había encontrado el lugar de su morada y la de su pueblo. A fines de la Tercera Edad, todavía se hallaba una columna de piedra que recordaba aquel instante. Dice también la leyenda que Durin volvió al norte, consiguió una compañera y volvió con su pueblo a morar en aquellas cuevas, a las que en pocos años transformaron en grandes salas, profundos laberintos, interminables pasadizos y caminos; todo a lo largo y a lo ancho de las Montañas Nubladas entre y bajo las entrañas del Bundushathûr, del Zirak-Zigil y del Barazimbar. “(…) Allí el martillo golpeaba el yunque, el cincel esculpía y el buril escribía, se forjaba la hoja de la espada, y se fijaban las empuñaduras; cavaba el cavador, el albañil edificaba...” (ESDLA. Libro II)
Considerada la más imponente de las Moradas de los Enanos de todos los tiempos, su vigencia y poderío se extendió por más de tres edades. Lamentablemente no está datada la época en donde empezó la construcción de Khazad-Dûm; pero podemos presumir que fue en algún momento anterior a 1250 AV de las Edades de los Árboles, fecha en la que los Enanos aparecieron en Beleriand; para ese entonces la Mansión de Durin ya estaba habitada, y los Barbatiesas y Nalgudos habitaban en Nogrod y Belegost. Indudablemente los Eldar no se encontraron con los enanos en su viaje a Aman cuando cruzaron Rhovanion, por lo que caben dos posibilidades: que en 1104 AV (fecha del comienzo del Gran Viaje) estos no habían nacido aún o, como sostiene Michael Martínez, todas las Casas de los Enanos vivían en Khazad-Dûm y cuando la presión demográfica se hizo insostenible, seis Casas partieron en distintas direcciones, luego del paso de los Elfos . Como sea, cuando se construyó Menegroth (1300-1350 AV) Moria era ya la morada más importante de los Enanos.
Primera Edad del Sol
Durante toda la Primera Edad del Sol, los Enanos de Moria construyeron un centro de comercio, cuyas ramificaciones se extendían hacia el norte, el oeste y el este, la producción de hierro, armas, gemas, oro era vendida tanto en Belegost y Nogrod, como en los valles entre el Celduin y el Carnen, o los valles de ambos lados del Gran Bosque Verde. En un principio el tráfico fue entre enanos; conThumunzahar y Gabilgathor lo hacían a través de los pasos del norte, de las Ered Mithrin, o a través del Paso Alto en las Montañas Nubladas; con el resto de los reinos enanos, cruzando el Gran Bosque Verde por el Camino Grande de los Enanos y luego el Celduin por algún puente construido por ellos y siguiendo caminos que unían Moria a las Colinas de Hierro, las Montañas Grises y otros reinos enanos más orientales.
Al promediar la Primera Edad del Sol y con la llegada de los pueblos Edain a la región (de los que sólo una pequeña parte continuaron su viaje, y llegaron a Beleriand); los Barbiluengos de Khazad-Dûm, comenzaron a establecer sólidas relaciones con estos; dándose un crecimiento económico que después sería característico de las zonas donde comerciaban Enanos y Hombres (incluyendo los Hobbits): los Hombres, que eran ganaderos, pastores y labradores, se convertían en los principales proveedores de comida, que los Enanos adquirían a cambio de trabajar como constructores de casas y caminos, como mineros y como artífices de obras de artesanías, desde herramientas a armas y muchas otras cosas de gran costo y habilidad.
Respecto de la relación con los Elfos Silvanos del Bosque Negro y de Lothlórien, en esta Primera Edad, es poco lo que se sabe, pero es seguro que las hubo aunque, en algunos momentos, no fueron del todo cordiales, como lo demuestra el hecho de que en laSegunda Edad, los Elfos Silvanos de Oropher dejaron sus moradas en las cercanías de Amon Lanc, para dirigirse, finalmente, hacia los valles de Emyn Duir.
Segunda Edad del Sol
Los primeros siglos de la Segunda Edad del Sol encontraron a los Enanos, “(…)controlando las Ered Mithrim, Erebor y las Colinas de Hierro; y a todo el lado oriental de las Montañas Nubladas, hasta los confines de Lorien…” (Pueblos de la Tierra Media. De los Enanos y los Hombres) Y vio incrementar el poder y la riqueza de Khazad-Dûm, con el descubrimiento del mithril, la llegada de los Enanos de Belegost y Nogrod, que huyeron de las Ered Luin con la destrucción de Beleriand, llegando a Moria cerca del año 40 S. E.; y con la consolidación y ampliación de las relaciones con los Hombres del Norte. En relación a estos últimos se concretó una alianza más perdurable, que resultó sumamente beneficiosa para ambos, basada en la guerra contra los Orcos que retornaron luego de la caída deMorgoth y la destrucción de Angband. Los Enanos, con su habilidad y conocimientos, aportaron armas, armaduras, pertrechos militares, etc. y los Hombres, su número, su habilidad como jinetes y su valentía; llegando a disponer de una gran fuerza. Esto garantizó, al menos hasta mediados de la Segunda Edad, seguridad y prosperidad para Enanos y Hombres.
La relación con los Pueblos Silvanos de Lorien y del sur del Bosque Verde siguió siendo conflictiva; más aún con a llegada de los Elfos Sindar a la región, que no perdonaron a los Khazâd por el enfrentamiento que llevó al el fin de Doriath. Pero la instalación de los Herreros Elfos en Eregion, en el 750 S. E., supuso importantes cambios en la relación de los Enanos de Khazad-Dûm con los Elfos. Se entablaron fuertes vínculos, no solo comerciales sino también de amistad y admiración mutua; los Enanos abrieron la puerta hacia el oeste y un incesante tráfico relacionó a ambas comunidades. El mithril, admirado y apreciado por los Noldor de Eregion fue usado para la elaboración de bellísimos objetos y productos por parte de Enanos y Elfos, de los que Celebrimbor fue el más grande de los artífices. Tanto los Elfos como los Enanos obtuvieron gran provecho de esta asociación, llegando a ser ambas regiones tan esplendorosas como no lo había sido nunca.
Tal era la amistad entre ambos pueblos que no solo grabaron juntos los caracteres en la Puerta Oeste de Moria, sino que cuando se forjaron los Anillos, Celebrimbor se los dio directamente a los Enanos, para enojo de Sauron; y Durin I envió una fuerza de enanos a combatir por la defensa de Eregion, luego del ataque del lugarteniente de Morgoth al oeste, a mediados de la Segunda Edad (1695 S. E.). Cuando Acebeda quedó desolada, Moria cerró su Puerta Oeste y los contactos con el oeste no se reanudaron, pero siguió teniendo una poderosa influencia en las regiones del este de las Montañas Nubladas. En la Guerra de la Última Alianza entre Elfos y Hombres, Durin envió un nutrido ejército de Enanos a combatir junto a las huestes élficas de Gil-Galad.
Tercera Edad del Sol
La Tercera Edad, marcó el declive del reino Enano de Khazad-Dûm; y aunque durante “(…)largo tiempo, Moria siguió siendo un lugar seguro… sus habitantes menguaron hasta que muchas de las vastas mansiones quedaron oscuras y vacías…” (Ibidem)
En los primeros siglos de la Tercera Edad, Moria siguió siendo poderosa y mantuvo sus principales relaciones comerciales y de producción con distintos pueblos de Hombres, Elfos y Enanos. Pero cuando Sauron ocupó Dol Guldur y el Bosque Negro cayó bajo su sombra, muchas cosas cambiaron para la región; los orcos comenzaron a infestar las Montañas Nubladas y a establecerse en cuevas y grutas a lo largo de todo el cordón montañoso (c. 1300 T. E.), amenazando a los Enanos y cortando comunicaciones de estos con muchos lugares. Los Valles del Anduin se hicieron inseguros, los caminos que cruzaban el Bosque Negro, fueron abandonados o amenazados por monstruosas criaturas que respondían al Nigromante; y las poblaciones de Hombres Libres del Norte fueron amenazadas por pueblos provenientes del Este, que sólo el poder de Gondor mantuvo a raya hasta por lo menos 1856 T. E.
Pero a pesar de su paulatino aislamiento los Enanos siguieron produciendo, sobre todo mithril. Tal era su obsesión por este metal que al profundizar sus excavaciones hacia el norte, bajo el Caradhras, despertaron a un Balrog de Morgoth que se había ocultado y dormido en las entrañas del Cuerno Rojo luego de la caída de Thangorodrim. Un año duró el combate y dos reyes enanos murieron en esa desigual lucha, Durin VI y Náin I; hasta que en 1981 T. E. el más grande y poderoso de los Reinos Enanos fue abandonado por completo y parte de los descendientes de Durin se refugiaron en las Ered Mithrim; mientras que Thráin I, hijo de Nain I y nieto de Durin VI fundó Erebor. Los Orcos se enseñorearon de Moria y sólo Lothlórien resistió, gracias al Anillo de Galadriel, el poder del Señor Oscuro en la región.
En 2790 T. E. Thrór, Rey Bajo la Montaña, expulsado de su morada por el dragón Smaug, llegó a las puertas de Moria acompañado por Nár, su sirviente. No se sabe bien qué lo motivó a regresar, pero es probable que el recuerdo del antiguo esplendor de Moria o algún efecto causado por el Anillo que pudiera haberlo trastornado lo impulsaron a seguir ese destino. Lo cierto es que al llegar las Puertas estaban abiertas y entró orgulloso, a pesar de las advertencias de su acompañante. Luego de unos días, en los que Nár no tuvo noticias de él, un cuerpo fue arrojado a la escalinata. Se trataba del cadáver de Thrór, al que le habían cercenado la cabeza que había caído junto al cuerpo con la cara vuelta hacia abajo. Cuando Nár la dio vuelta, vio que en su cara estaba escrito, en runas de los Enanos el nombre de su asesino; se trataba de Azog el rey Orco de Moria.
Luego de esto, Nár llegó ante Thráin, para contarle lo sucedido y el hijo de Thrór se encolerizó y mandó entonces mensajes a todos los pueblos Enanos, dispuesto a vengar a su padre. Transcurrieron tres años antes que las fuerzas de los Enanos estuvieran preparadas. El Pueblo de Durin reunió a todas sus huestes y, cuando todo estuvo dispuesto, atacaron y saquearon una por una todas las fortalezas de los Orcos que pudieron encontrar, desde el Monte Gundabad hasta los Campos Gladios.
Hasta que al fin llegaron a Azanulbizar y allí, frente a las Puertas de Khazad-Dûm, se libró la más grande y la más dolorosa batalla de Orcos y Enanos, la Batalla de Nanduhirion; la victoria de estos últimos fue total; pero importó grandes pérdidas. Luego de la Batalla, los Enanos no quisieron entrar en Moria, porque el terror del Balrog aún habitaba allí, así que Dáin II “Pie de Hierro”, asesino de Azog, le dijo a Thráin II: “(…)Tú eres el padre de nuestro Pueblo, y hemos sangrado por ti, y sangraríamos otra vez. Pero no entraremos en Khazad-dûm. Tú no entrarás en Khazad-dûm. Sólo yo he mirado a través de la sombra de las Puertas. Más allá de la sombra te espera todavía el Daño de Durin. El mundo ha de cambiar y algún otro poder que no es el nuestro ha de acudir antes que el Pueblo de Durin llegue a entrar en Moria otra vez…” (ESDLA Apéndice A)
Hubo otro intento por recuperar Moria por parte de los Herederos de Durin. El Enano Balin, en el año 2989 T. E., abandonó Erebor junto a una hueste de Enanos entre los que se encontraban Óin y Ori y se dirigió a Khazad-dûm con la idea de refundar el reino de Durin. Esta experiencia resultó trágica puesto que solo pudieron resistir a los orcos y a otras criaturas malignas durante cinco años. Treinta años después, cuando la Comunidad del Anillo cruzó por Moria en la misión del Anillo, se supo lo ocurrido con Balin cuando Gandalfencontró en la Cámara de los Registros, el Libro de Mazarbul, un detallado aunque semidestruido registro de la actividad de Balin y el final de la fallida experiencia. Balin murió cuando fue a mirar el Lago Espejo, atacado por un Orco por la espalda.
Fue justamente en el Viaje realizado por la Comunidad del Anillo a través de Moria (del 13 al 16 de enero de 3019 T. E.), cuando se harían realidad las palabras dichas por Dáin “Pie de Hierro” a su pariente Thráin II al final de la Batalla de Azanulbizar: Gandalf se trabó en lucha con el Balrog de Moria y, tras una serie de duelos en la Estancia de Mazarbûl, en el Puente de Khazad-Dûm, en la Escalera Interminable y en la Torre de Durin, lo derrotó y arrojó su cuerpo contra la roca viva del Zirak-Zigil, en la que se llamó la “Batalla de la Cima”.
Cuarta Edad del Sol
Luego de estas crónicas no quedó registrado si en la Cuarta Edad los Enanos volvieron a habitar la Mansión de Durin, aunque se ha predicho la llegada de Durin VII, el último en llevar ese nombre, quien será el encargado de reconquistar Moria para los Enanos, ya libre del Balrog y de los Orcos. Se supone que esto ocurrió durante la Cuarta Edad.