Sombragris

Sombragrís

Uno de los Meara, que vivió durante la época de la Guerra del Anillo.

Sombragrís era el más precioso de los córceles del rey de Rohan, era el jefe de los Mearas que sólo el Señor de la Marca puede montar. Descendía de Felaróf, el gran caballo de Eorl que conocía el lenguaje de los hombres. 

Según se dice en El Señor de los Anillos, Sombragrís brillaba como la plata y corría ligero como una corriente rápida. El meara no aceptaba monturas ni riendas, por lo que había que montarlo "a la usanza élfica", si él aceptaba llevarte. 

En el año 3018 de la Tercera Edad, después del fallido encuentro con Théoden, el Rey de Rohan le dice a Gandalf que coja cualquier caballo y que se marche. Tras tres días, el Istar consigue persuadir a Sombragrís para montarlo, dirigiéndose al norte a toda velocidad y recorriendo el camino entre Rohan y La Comarca en sólo seis días.

Gandalf llega montado en Sombragrís hasta las Landas de Etten, lugar donde lo suelta y lo manda de vuelta con su amo a Rohan, en febrero de 3019 ed la Tercera Edad. Sin embargo, ya había nacido entre el Istar y el Meara una gran amistad, y Gandalf sabía que si lo llamaba, Sombragrís acudiría. Y en efecto, así fue: cuando Gandalf lo necesitó, Sombragrís se reunió con él en el Bosque de Fangorn, trayendo consigo a Arod y Hasufel, los caballos de Aragorn y Legolas que habían escapado durante la noche. Y fue así como Gandalf cabalgó en Sombragrís hasta Meduseld, donde consiguió liberar al rey de la maligna influencia de Saruman y Gríma. Y entonces el Rey de Rohan, como muestra de gratitud le ofreció a Gandalf el Meara. 

Fue cabalgando a Sombragrís como Gandalf y Pippin llegaron a Minas Tirith. En la ciudad, el Meara descansó en los establos que se encontraban en el sexto nivel de la ciudad, donde el Istar dio orden que no le faltara de nada. Y fue montado en Sombragrís como Gandalf salvó a Faramir, en dos ocasiones, durante el asedio de Minas Tirith. Y cuando El Rey Brujo consiguió romper las Puertas de Minas Tirith, Gandalf se enfrentó a él montado en Sombragrís, el único que pudo resistir la presencia del Nazgûl. Pero al cantar el gallo llegaron los Jinetes de Rohan, y el Nazgûl se marchó.
Una vez finalizada la Guerra del Anillo, el 21 de septiembre de 3021 de la Tercera Edad Gandalf emprende su camino de vuelta hacia el Oeste. Junto a él partieron desde Los Puertos Grises Galadriel, Elrond, Frodo y Bilbo. Y con él también partió Sombragrís, quien se había convertido en su amigo para siempre.